Informalidad en México, una comorbilidad más frente a la pandemia de Covid-19

En la anatomía de la economía de México, la informalidad puede entenderse como una comorbilidad más que tiene a seis de cada 10 personas trabajadoras en una situación de mayor vulnerabilidad frente a la pandemia. El tratamiento no es sencillo, pero especialistas coinciden que hay alternativas para abordar este desafío y mejorar las condiciones laborales en el país.

La desprotección frente a despidos y políticas publicas de apoyo en respuesta, la falta de acceso a seguridad social, la pérdida del poder adquisitivo y la ausencia de prestaciones podrían ser parte de los padecimientos de los 32.2 millones de ocupados que se encuentran en el sector informal, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), y que acentúan la vulnerabilidad de las personas ante la emergencia sanitaria actual y sus efectos en la economía.

“Tener uno de cada dos trabajadores en condiciones de informalidad pone en alto nivel de vulnerabilidad ante cualquier impacto económico que se traduce en efectos en el mercado de trabajo. Se relaciona con una ausencia de protección social, pero también con bajo nivel de ingresos y productividad, son empleos ubicados en los sectores económicos más afectados por la pandemia”, expuso Gerson Martínez, especialista en Políticas de Empleo de la oficina en México de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)

En el marco del panel Economía Informal en México: ¿Qué hacemos con este desafío? de El Economista, el especialista subrayó que esta condición de empleo “genera un factor adicional que hizo que el impacto de la Covid-19 haya sido mayor”, de ahí que «la OIT plantea la informalidad en el caso de América Latina como una comorbilidad que se suma a lo que ha pasado en el marco de la crisis actual».

Para Sofía Ramírez, directora general México ¿Cómo Vamos?, la informalidad no siempre se relaciona con una baja calidad de empleo o bajos ingresos, pero sí se vincula con una situación de vulnerabilidad para las personas ocupadas en este sector.

“El no tener el respaldo del Estado, en términos de cuidar a nuestros empleados y nuestras empleadas, en el agregado sí se traduce en peores salarios y prestaciones, en muchísima vulnerabilidad en términos de despidos. Los empleados informales tienen, en el lado oscuro, esta parte complicada que se acerca mucho a la pobreza laboral”, apuntó la especialista.

En esto coincidió Jesús Carrillo, director de Economía Sostenible del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). La informalidad no equivale a ilegalidad, expuso, pero sí se relaciona con desprotección. “La vulnerabilidad naturalmente va a generar que la economía completa no pueda despegar de una manera plena”.

El Economista