La DEA ataca a López Obrador: ¿debemos creerle?

«Entre las cinco de la tarde y las nueve de la noche del martes, se publicaron tres textos sobre el supuesto financiamiento ilegal de la campaña de AMLO en 2006. El primero se publicó en Deutsche Welle por la periodista Anabel Hernández, el segundo por Steven Dudley en el portal InSight Crime. Por último, quizás el más relevante, es el que firma el periodista Tim Golden para ProPublica, una agencia de noticias independiente y famosa por su periodismo de investigación de alta calidad.

Con algunos matices, las tres historias cuentan lo mismo: un acto de supuesto financiamiento ilegal de la campaña de López Obrador en 2006. Los tres textos aseguran estar basados en “una docena de entrevistas”, todas ellas anónimas. No hay material gráfico ni pruebas. Sobran las preguntas y faltan afirmaciones contundentes. Empezamos mal.

En el centro del asunto está una investigación iniciada por agentes de la DEA en 2010 y que un Comité de Revisión de la agencia —siguiendo sus propios protocolos— decidió cerrar a finales de 2011. Los agentes pretendían seguir un puñado de pistas vagamente relacionadas y corromper a operadores del PRD para implicar a López Obrador en un caso de narcotráfico. Así es como se lee.

A cuatro meses de la elección en México, en lo que parece un acto de desagravio, los agentes implicados en aquel caso decidieron contar los orígenes y desarrollo de una investigación que no logró cuajar. En otras palabras: lo publicado es el relato de agentes de la DEA que pretenden ganar en un ciclo noticioso lo que no pudieron probar ante un fiscal o ante sus superiores. Es un acto de rabia. Un acto de rabia sincronizado»: Carlos A. Pérez Ricart.

Sin Embargo