«Ya no es tierra de conquista y de rapacidad. En México las élites se tendrán que ir acostumbrando a que mandan las mayorías”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador al encabezar la ceremonia conmemorativa del 109 aniversario de la fundación del Ejército Mexicano.
Durante su discurso señaló que en la tarea transformadora de su gobierno los resultados no habrían sido posibles sin la colaboración de las fuerzas armadas y particularmente del Ejército Mexicano, y en ese contexto resaltó: “es necesario destacar que en esta transformación, además del apoyo fundamental del pueblo, hemos contado con la lealtad de la Fuerzas Armadas”.
Agregó que sin la participación responsable de la Secretaría de la Defensa Nacional y la de Marina no se habrían obtenido buenos resultados en materia seguridad, y añadió que no se deben cargar al Ejército culpas indebidas que manchan nuestra historia, ya que esas acciones fueron ordenadas por las autoridades civiles, y de acuerdo con la ley el mando supremo de las fuerzas armadas es el Presidente de la República.
Ramos Arizpe, Coah. México “ya no es tierra de conquista y de rapacidad. En México las élites se tendrán que ir acostumbrando a que mandan las mayorías”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador al encabezar la ceremonia conmemorativa del 109 aniversario de la fundación del Ejército Mexicano.
Durante su discurso señaló que en la tarea transformadora de su gobierno los resultados no habrían sido posibles sin la colaboración de las fuerzas armadas y particularmente del Ejército Mexicano, y en ese contexto resaltó: “es necesario destacar que en esta transformación, además del apoyo fundamental del pueblo, hemos contado con la lealtad de la Fuerzas Armadas”.
Agregó que sin la participación responsable de la Secretaría de la Defensa Nacional y la de Marina no se habrían obtenido buenos resultados en materia seguridad, y añadió que no se deben cargar al Ejército culpas indebidas que manchan nuestra historia, ya que esas acciones fueron ordenadas por las autoridades civiles, y de acuerdo con la ley el mando supremo de las fuerzas armadas es el Presidente de la República.
Mencionó, durante el acto que se realiza en la ex Hacienda de Guadalupe —sitio en el que se puso en marcha el Plan de Guadalupe y se fundó el Ejército Constitucionalista, antecedente del actual Ejército Mexicano— que con las fuerzas armadas se ayuda a la población afectada por huracanes, inundaciones, temblores, incendios y otros siniestros, también con las fuerzas armadas contenemos a la delincuencia organizada y se reconstruye la paz en las regiones del país más afectadas por la incidencia delictiva.
Uno de los factores más importantes para que hayan disminuido la comisión de delitos, resaltó, es la operación de los programas sociales.
Anunció que mañana se darán a conocer cifras de la incidencia delictiva, y que ya se tiene una disminución de los homicidios en el país.
Durante el acto hizo mención del hecho histórico en el que se gestó el golpe de Estado en contra de Francisco I. Madero, una acción encabezada por Victoriano Huerta, dijo, “es oportuno recoger algunas elecciones que nos legaron de cimientos políticos, porque la historia es la maestra de la vida y es fundamental aprender del pasado para construir el presente”.
En este hecho, del que también se sucedió la fundación del Ejército Mexicano, sirvió para que el mandatario mencionara que a diferencia de otros ejércitos, las fuerzas armadas de México “son excepcionales en varios sentidos, nunca han sido integradas por “la oligarquía, soldados y oficiales vienen de abajo y tienen como origen la identidad del México profundo.
La Jornada




