En el inicio de la segunda mitad del año y luego de un desempeño notable durante el segundo trimestre, en julio pasado la actividad económica mostró señales mixtas que sugieren una pérdida de vigor del proceso de reactivación del último año, en coincidencia con una mayor cautela por la tercera ola de casos de Covid-19 y la persistencia de interrupciones en el suministro de materias primas en la manufactura, de acuerdo con analistas.
La primera de esas señales la envió el desempeño del indicador adelantado que elabora el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (indicador IMEF), que en la modalidad que anticipa la trayectoria del sector manufacturero (indicador IMEF manufacturero) se mantuvo sin cambios en 52.2 puntos durante el séptimo mes del año en comparación con el mes previo.
En tanto, el indicador IMEF no manufacturero retrocedió 1.1 puntos a 52.9 unidades, con lo que profundizó su contracción, luego del descenso de 0.35 puntos de junio pasado.
Ambos indicadores se mantuvieron por quinto mes consecutivo por arriba del umbral de los 50 puntos -nivel que anticipa una expansión- pero con dinámicas cada vez más aletargadas. “Los resultados del indicador IMEF confirman que durante julio continuó la reactivación de la actividad económica, pero a un menor ritmo”, afirmó en el IMEF en el boletín de difusión del indicador.
En presencia del mega confinamiento anti Covid-19 que detuvo las actividades de diversos sectores industriales y –principalmente– de servicios, que fueron considerados no esenciales, los indicadores del IMEF tocaron fondo entre abril y mayo del año pasado, con caídas acumuladas de más de 10 puntos en tres meses que llevaron a 37.3 puntos al manufacturero (mayo) y a 35.8 puntos el no manufacturero (abril).
En julio, el indicador manufacturero resintió de nueva cuenta la escasez global de materias primas y componentes como los semiconductores, que en México afectan a la industria automotriz. El no manufacturero, en tanto, cayó en coincidencia con la renovada cautela de los consumidores ante la emergencia de una tercera ola de contagios de Covid-19 en el país.
“Durante los meses anteriores el sector servicios se vio beneficiado por el relajamiento en las medidas de confinamiento, lo que permitió aumentar la capacidad en diferentes negocios del sector. Sin embargo, desde inicios de junio se comenzó a observar un incremento en los casos de Covid-19, lo que ha resultado en nuevas restricciones de capacidad en algunos estados”, resaltó en un reporte el Grupo Financiero Base.
La entidad recordó que El semáforo epidemiológico del 26 de julio al 8 de agosto presenta tan solo tres entidades federativas en verde o riesgo bajo (Aguascalientes, Chiapas y Coahuila). Mientras que, 13 entidades se presentan en amarillo (riesgo medio), 15 en naranja (riesgo alto) y una en rojo (riesgo máximo).
“En este contexto, el principal motor de la desaceleración parece haber sido el deterioro en el frente epidemiológico, con un alza relevante en casos ante la ‘tercera ola’ (de Covid-19)”, comentó en otro reporte Juan Carlos Alderete, director de Análisis Económico del Grupo Financiero Banorte.
El Economista




