Reforma eléctrica busca beneficiar a 43 millones de familias

Un objetivo de la propuesta de reforma constitucional en materia eléctrica es eliminar privilegios de 77 mil grandes consumidores privados y llevar a 43 millones de familias energía a precios accesibles, afirmó Héctor Sánchez López, miembro independiente del consejo de administración de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

En entrevista con La Jornada, planteó que la sobreoferta de permisos otorgados a generadores privados de energía constituye un riesgo de colapso del sistema eléctrico nacional por la gran cantidad de plantas que se tienen en el país, y ello llevaría a la creación de un monopolio de electricidad de privados.

El primero de octubre, el presidente Andrés Manuel López Obrador envió a la Cámara de Diputados una iniciativa de reforma eléctrica, la cual implica otorgar una cuota de mercado de generación eléctrica de 54 por ciento a la CFE, elimina los contratos vigentes de generación eléctrica otorgados y los de compraventa de electricidad con el sector privado, y propone desaparecer los órganos reguladores.

Actualmente hay 77 mil grandes consumidores que compran energía barata; ellos generan y luego vuelven a vender a la CFE a alto costo y eso provoca que los precios a las familias ahora sean caros. Es momento de eliminar eso, de beneficiar a 43 millones de familias que compran en este momento al valor que quieren los privados, sostuvo el consejero.

Detalló que la empresa productiva del Estado se enfoca en generar utilidades y esa no es su misión ni la visión que se tiene por parte del gobierno, lo que se requiere es que se concentre en generar electricidad y venderla a las familias al costo real. Así, explicó, al eliminar los permisos y concesiones a privados, la CFE se dedicará a generar la electricidad necesaria para vender a las familias al precio real. La CFE y las familias dejarían de subsidiar a los grandes consumidores y así bajaría el precio a los particulares, los precios bajos están con los grandes consumidores y no con los pobres, refiere.

La Jornada