Romero Deschamps desvió millones de Pemex y murió en completa impunidad

El nombre del fallecido Carlos Antonio Romero Deschamps está ligado al abuso e impunidad que rodean a la clase política mexicana. Lideró el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) por 26 años y desde esa posición fue partícipe de uno de los mayores escándalos de corrupción del México moderno: el Pemexgate.

En esta trama, el sindicato de Romero Deschmaps desvió en el año 2000 recursos públicos provenientes de Petróleos Mexicanos (Pemex) a la campaña presidencial de Francisco Labastida, el primer priista que entregaría la Presidencia a un político de otro partido, en este caso el panista Vicente Fox Quesada, quien se vería involucrado en un escándalo similar con los “Amigos de Fox”.

El desvío de Pemex fue demostrado por las autoridades, pero no hubo responsables. Todo quedó resuelto con una multa y Romero Deschamps pudo continuar al frente del sindicato petrolero en total impunidad, rodeado de lujos para él y su familia.

Fue el hoy extinto Instituto Federal Electoral (IFE) el que comprobó que de un monto de 640 millones de pesos que Pemex envió al sindicato petrolero, funcionarios del PRI retiraron en efectivo 500 millones de pesos un mes antes de las elecciones de 2000. El órgano electoral concluyó que el dinero era para la campaña de Francisco Labastida, por lo que el 14 de marzo de 2003 impuso al tricolor una “multa histórica” de mil millones de pesos, el doble del desvío acreditado.

Lo cierto es que nunca se investigó si Pemex había enviado más dinero al sindicato y si funcionarios del PRI habrían seguido el mismo modus operandi.

Una situación que contribuyó a diluir la polémica por el Pemexgate se explica en parte con lo ocurrido con los “Amigos de Fox”, otra red de financiamiento paralelo en favor de la campaña presidencial del Partido Acción Nacional (PAN), encabezada por Vicente Fox, que de igual forma quedó en la impunidad.

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