Teyahualco pide claridad sobre vías que conectarán el aeropuerto. Temen por sus casas

Las vías de ferrocarril de Ferrovalle comenzaron a rechinar, el conductor advirtió con el silbato a autos y peatones sobre su paso, el tren de carga de Ferromex (Grupo México) avanzó rápidamente a unos 12 metros de viviendas ubicadas por la avenida Doctores del barrio Teyahualco, en Tultepec, en el Estado de México, el único poblado donde están paradas las obras de la ampliación del Tren Suburbano que se planea de Lechería hacia el recién inaugurado Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”.

Para facilitar la conectividad de los pasajeros provenientes de la Ciudad de México y de los municipios Tultitlán, Tultepec y Nextlalpan, que actualmente sólo pueden arribar en vehículo particular o Mexibús, el Gobierno federal y el concesionario Ferrocarriles Suburbanos invertirán 25 mil millones de pesos para la extensión de 23 kilómetros del Suburbano Lechería-Jaltocan-AIFA, con la meta de concluir en el segundo semestre del 2023.

La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), encargada de la obra, ya cuenta con la Manifestación de Impacto Ambiental condicionada por la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) desde enero, pero ante la falta de una consulta ciudadana informativa los colonos de este barrio mexiquense prevén que impactará a sus viviendas, a su movilidad por la instalación de vallas, su derecho al agua por el boom inmobiliario alrededor y a su tradicional trabajo pirotécnico.

En noviembre pasado, Berenice, cuya casa y taller de bicicletas está a unos metros de las vías, recibió un citatorio para “un proceso de mediación” por parte del Órgano Especializado de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias de la Fiscalía General de la República (FGR). No sabía por qué y se sintió “agredida”, ya que consideró que “no era la forma”, pues pudieron haberse acercado en persona a avisarles con anticipación.

“El propósito del citatorio es que nos recorriéramos porque según ellos [Secretaría de Comunicaciones y Transportes] estábamos dentro de su territorio, metidos demás, pidieron que nos recortáramos para liberar los 15 metros –entre vía y casa– que están solicitando”, dijo Berenice parada frente a su casa, la cual ya tuvo que recortar con sus propios recursos. Ella vive con un niño y un adulto mayor.

A los vecinos de Teyahualco les preocupa la instalación de una valla alrededor del derecho de vía, ya que se cuestionan cómo pasarán de un lado al otro. En el barrio es tradición cargar el féretro en peregrinación hacia la iglesia y realizar mayordomías con recorridos o festividades con toritos con pirotecnia. Están acostumbrados a caminar entre las vías, piedras y durmientes, pero con la obra quedarán partidos e incomunicados.

“No nos estamos oponiendo porque creemos que es un beneficio para todos de alguna forma, pero estamos pidiendo apoyo u opciones a las instancias para evitar problemas a largo plazo, como daños viales y a domicilios”, aseguró.

Berenice se refiere a las secretarías de Comunicaciones y Transportes (SCT), a la de Desarrollo Urbano (Sedatu) y a Gobernación (Segob), dependencias federales a las que se acercaron para disipar la incertidumbre patrimonial.

Los representantes de las instancias les pidieron “paciencia” para mostrarles en una reunión los detalles del proyecto y sus impactos ambientales y sociales en los municipios mexiquenses Tultepec, Nextlalpan y Tultitlán.

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