Fundado en 1935 durante la presidencia del General Lázaro Cárdenas del Río, el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) elige hoy a su nuevo Secretario General, un cargo que durante los mandatos de Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”, y Carlos Antonio Romero Deschamps se usó para vender plazas, robar cuotas, apoyar a partidos políticos y enriquecerse.
En un hecho histórico, como lo ha calificado la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), 89 mil petroleros elegirán democráticamente a su nuevo líder de entre 25 candidatos a través de una votación electrónica en la plataforma Sirvolab, la cual estará supervisada por 400 servidores públicos de la dependencia federal y del Centro Federal Laboral.
La votación electrónica, que concluirá este mismo día, es diferente a la que los petroleros estaban acostumbrados, un mecanismo que se implementó desde su origen (1935) y que funcionaba sólo con el voto a mano alzada de los 36 delegados que conforman las secciones del STPRM en todo el país.
“Antes la elección era a mano alzada en una asamblea general donde acudían únicamente los 36 delegados en representación de los trabajadores”, dijo en entrevista la doctora María Xelhuantzi López, académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y autora de libros como 101 años de control sindical en México (1918-2019) (Cisnegro, 2019).
Victoria Arredondo Lami, candidata a la Secretaría General del STPRM, recuerda cómo eran las alecciones anteriormente, donde solo había un candidato el cual era votado de manera unánime.
“Nos juntaban, nos hacían levantar la mano, no había propuestas de otra persona que pudiera contender, era Romero Deschamps el candidato. La diferencia ahora es que con el voto libre y secreto tenemos la oportunidad de votar sin sentirnos amedrentados”, dijo en entrevista.
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